
Lo primero: reserva tus entradas con la máxima antelación.
Uno de los mejores momentos al visitar la Alhambra es el camino hasta ella. El paseo es una autentica delicia...adentrarse en el bosque de olmo negro y dejar de escuchar el tráfico y el bullicio. En muchos rincones, solo se escucha el correr del agua en las acequias junto al camino. Sube por la Cuesta del Rey Chico para llegar a la Alhambra (el esfuerzo merece la pena), y al finalizar la visita, baja por la Cuesta de Gomérez. Y de paso, aprovecha a pasea por la Carrera del Darro hasta el Paseo de los Tristes. No obstante, si no eres de caminar, hay un parking junto a las taquillas de la Alhambra.


El Albayzín se sitúa en una colina frente a la Alhambra, y todas sus casa (que se llaman cármenes), miran hacia ella. Se desarrolla totalmente en pendiente a lo largo de la falda de la colina, lo que hace que se encuentren en esta zona los mejores miradores de la Alhambra. Aunque el más famoso es el de San Nicolás nuestra recomendación es el de Carvajales, mucho menos concurrido. Y que hacer en el Albayzín? solo pasear y contemplar...disfruta de su arquitectura, su urbanismo y lo genial de sus vistas. La Plaza Aliatar es un sitio estupendo para tomar una caña y unos caracoles (muy típicos en el barrio). Tampoco puede faltar una parada en Casa Torcuato o Los Mascarones para tapear.

En pleno centro se encuentran muchos rincones llenos de historia: la Catedral y la Plaza de las Pasiegas a sus pies, la Capilla Real (mausoleo de los Reyes Católicos) y la Plaza Bib-Rambla justo al lado. Y a pocos metros, la Alcaicería con sus puestecitos donde puedes encontrar de todo. Rodeado de las calles más animadas de Granada, repletas de comercios y restaurantes. Aprovecha a recorrer el barrio del Realejo, a visitar el museo Arqueológico (Casa de Castril) y a dar un paseo por la Carrera de la Virgen. De vez en cuando puedes parar a tomar unas tapas, y a la hora de la merienda, un café con piononos.
Ir de tapas en Granada es una actividad de recreo. En los bares, todas las consumiciones van acompañadas de una pequeña ración individual (tapas). Con los años, la cocina y la calidad han ido creciendo y el tapeo se convierte en una auténtica degustación de mini-platos. En todos los bares os ofrecerán una tapa con cada consumición. Aquí os dejamos nuestra selección de favoritos:
Los Manueles: espectacular "la" croqueta.
Bodegas La Mancha: vino Calicasas, un obligatorio.
Casa de Vinos: impresionante la selección de vinos en un lugar tan pequeño.
Bar Ávila: tapa de jamón asado, sin pensar.
Bar Aliatar: los bocadillos mas curiosos que veréis.





